Fonología

Primeramente, como suele ocurrir en cualquier apartado de Gramática, convendría cuando menos mencionar la Fonética y la Fonología (especialmente esta última, de ahí que se haya realizado este apartado) aclarando que la primera se encarga del estudio de los sonidos de una lengua, de su aspecto físico, material, mientras que la segunda se ocupa de los fonemas, esto es, los modelos ideales de los sonidos que pronunciamos, capaces de distinguir significados, e incluidos dentro de un sistema. Los fonemas son, por tanto, los modelos mentales del sonido, de los que se ocupa la Fonología, que estudia el sonido en la medida en que diferencia significados en oposición con otros sonidos del sistema mientras que la Fonética describe las cualidades físicas del sonido (Cantidad o duración, altura o tono, intensidad y timbre).

En primer lugar, deberíamos detenernos en el sistema vocálico, lo que se suele estudiar como triángulo invertido, con las vocales anteriores, la central y las posteriores según el punto de articulación; y, según el modo de articulación, abierta, semiabiertas y cerradas.

………………………..Anteriores    Central    Posteriores

Cerradas                   i                                         u

Semiabiertas               e                               o

Abierta                                         a

Y luego deberíamos fijar nuestra atención en el sistema consonántico con las bilabiales, labiodentales, interdentales, dentales o linguodentales, alveolares o linguoalveolares, palatales o linguopalatales, velares o linguovelares; y según el modo de articulación, la vibración o resonancia, fricativas, africadas, laterales, vibrantes, sonoras, sordas y nasales, aunque creo que es mucho más didáctico aprender el fantástico cuadro de Alarcos de su Gramática de la lengua española de 1994. [Pongo solo el esquema de la variedad centro-norteña peninsular].

……………………………..          Lab.   Dent.   Pal.   Vel.
I. Oclusivas (sordas)        p        t         č        k
II. Sonoras                        b        d        y        g
III. Frivativas (sordas)    f        z         s        j
IV. Nasales                       m       n        ñ         –

V. Líquidas Vibrantes      –        r-ȓ       –        –
……………..        Laterales       –          l        ll        –

El fonema es una unidad mínima sin significación pero con capacidad distintiva, por ejemplo, basta cambiar una oclusiva sorda (/p/) por una sonora (/b/) para tener otra palabra: pata/bata.

Asimismo habríamos de hablar de la sílaba, la unidad fonética más pequeña que se produce en el habla, ya que los fonemas no pueden realizarse aisladamente; su núcleo siempre ha de ser una vocal y pueden estar formadas por un solo fonema o por varios y, según la disposición de los fonemas en las sílabas, estas se clasifican en abiertas o libres y cerradas o trabadas, y atendiendo a la intensidad, en tónicas o átonas, según lleven o no acento de intensidad. Esta congregación de fonemas llamada sílaba era definida tradicionalmente como golpe de voz siendo el de mayor intensidad la sílaba tónica por oposición al resto, las sílabas átonas.

Estructura de la sílaba en español

C= consonante, V= vocal

  • a-la
  • VC ár-bol
  • VCC abs-te-ner
  • CV dilema
  • CVC lan-za
  • CVCC cons-tar
  • CCV crá-ter
  • CCVC blan-co
  • CCVCC trans-bor-do

No podemos olvidarnos de los casos de diptongo, la unión de dos vocales en una misma sílaba donde el núcleo silábico debe estar formado por una vocal abierta o semiabierta y otra cerrada o bien por dos cerradas y hay que saber igualmente que los diptongos pueden ser crecientes o decrecientes según sea abierta o cerrada la última vocal, respectivamente; y cuando tres vocales se articulan en una misma sílaba se hablará, obviamente, de triptongo. Luego estaría el hiato que se produce al pronunciarse en sílabas distintas dos vocales contiguas por ser las dos abiertas o recaer el acento sobre la vocal cerrada y también deberemos aludir al fenómeno contrario, sinéresis, que consiste en la pronunciación en la misma sílaba de dos vocales abiertas, algo más frecuente de lo que pensamos en la lengua hablada: a veces se pronuncia “maes-tro” en vez de “ma-es-tro”, o “rem-bol-so” en vez de “re-em-bol-so” e incluso puede convertirse en diptongo en el habla popular: “al-muha-ada” por “al-mo-ha-da”, “cue-te” por “co-he-te”, “tua-lla” por “to-a-lla”, etc.

Por último, tenemos los elementos prosódicos o suprasegmentales, o sea, aquellos rasgos fónicos que se superponen a los segmentos de la cadena hablada (fonemas, palabras, etc.) para aportarles significados adicionales como, por ejemplo, expresividad o información sobre los sentimientos y emociones del hablante; se trata del acento y la entonación. El acento se define como el refuerzo en la intensidad con que se pronuncia un sonido, de forma que este queda destacado del resto, y, básicamente, cumple dos funciones: distinguir significados (amo/amó, fábrica/fabrica, de/dé, rey/reí) y dar énfasis a lo que se dice; en este caso, puede recaer sobre palabras que normalmente no lo lleven. El acento en español no tiene una posición fija (a diferencia, por ejemplo, del francés donde todas las palabra son agudas) y según la posición de la sílaba tónica, las palabras se clasifican en agudas u oxítonas, llanas, graves o paroxítonas, esdrújulas o proparaoxítonas y sobreesdrújulas, viendo que, en la cadena hablada, las palabras se agrupan en torno a una más fuerte –grupo de intensidad– por lo que se apoyan en un solo acento y pierden o debilitan el suyo propio como si fueran sílabas átonas de una misma palabra, de ahí que se hable de palabras llenas (sustantivos, adjetivos, pronombres tónicos, adverbios, etc.) y vacías (artículos, preposiciones, conjunciones, pronombres átonos, etc.).

Y, posteriormente, tendríamos la entonación, o sea, la melodía con que se pronuncia una secuencia de fonemas, el resultado de las sucesivas variaciones en el tono de la voz y se habla del grupo fónico caracterizado por tener una determinada entonación que consta de tres partes, rama inicial, rama central y rama final o tonema, este último puede ser descendente, ascendente o quedar suspenso u horizontal y así pueden reflejarse incluso gráficamente las tres modalidades básicas de entonación: enunciativa, interrogativa y exclamativa.

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