El español en el mundo
Cuando los Reyes Católicos expulsaron de la Península a los judíos que no quisieron renegar de su fe y bautizarse, estos empezaron una diáspora que los llevó a distintos países, donde conservaron el español hablado en el siglo XV, transmitiéndolo de padres a hijos; es el que denominamos actualmente sefardí o judeoespañol. Lo hablan más de un millón de personas, que se ubican en los Balcanes, Turquía, Israel, norte de África, Marruecos, y algunos pequeños núcleos en Estados Unidos y otros países americanos, si bien parece que en la actualidad va descendiendo su número de hablantes al ser, principalmente, una lengua usada solo en el ámbito familiar; tener poca difusión escrita, e ir siendo absorbida por las lenguas oficiales de los distintos territorios.
Se caracteriza por ser un castellano arcaico con respecto al peninsular ya que, al aislarse, no evolucionó como el hablado en España.
También en Filipinas, al sudeste de Asia, antigua colonia española hasta su independencia en 1898, se habla en algunos núcleos el español, que fue lengua oficial junto con el tagalo hasta 1973. En la actualidad el tagalo y el inglés son las lenguas dominantes. Una variante, mezcla de tagalo y español, es el chabacano, hablado por algunos criollos de las islas.
Por motivos históricos, pervive en el norte de África, en algunas zonas de Marruecos o en la República de Guinea Ecuatorial, donde es lengua oficial junto al francés y el portugués.
El español, actualmente, es una lengua en constante expansión, a lo que contribuye de forma decisiva la labor ejercida por el Instituto Cervantes, la RAE y su presencia en Internet. Está reconocida en foros internacionales, como la ONU, la UNESCO, la OTAN, la FAO, etc., si bien se le concede menos importancia que a otras lenguas, como el inglés, y todavía tiene poco prestigio como lengua científica.
El español en América
Comienza a difundirse en América a partir del descubrimiento de Colón y se fue extendiendo conforme se iban conquistando nuevos territorios. El español hablado en América no es uniforme, sino muy variado, en función de la procedencia de los conquistadores (principalmente extremeños y andaluces), la época de su colonización, el mayor o menos mestizaje producido y las lenguas que se hablaban en cada una de las regiones (lenguas precolombinas); sin olvidar la influencia africana debida al comercio de esclavos, la inmigraciones de europeos, sobre todo italianos, a algunas zonas de América del Sur en el siglo XIX y a las influencia de Estados Unidos ya en el siglo XX. Así, suelen distinguirse varias zonas: la mexicana, la caribeña, la paraguaya, la andina, la chilena y la rioplatense.
El español, en la actualidad, es lengua oficial en México, Cuba, República Dominicana, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Puerto Rico, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina. También se habla en las Antillas y Estados Unidos (Arizona, California, Texas y Nuevo México).
El español de América, en su conjunto, presenta los siguientes rasgos:
Fonéticos: Generalización del seseo al cambiar el sonido z por s;
El yeísmo o conversión del sonido ll en y que, en algunas zonas de México y América Central se pierde;
Confusión de los sonidos r y l al final de sílaba, e incluso, pérdida del sonido al final de la palabra;
Debilitamiento o pérdida de la –s final de palabra, excepto en Argentina, México y Perú;
Aspiración del sonido j.
Morfosintácticos: cambio de género en algunas palabras (cerillo en lugar de cerilla);
El voseo o utilización de vos en lugar de tú y de ti, típico de la zona rioplatense (vos tenés);
La utilización de ustedes concordando con el verbo en tercera persona (ustedes van);
La posposición de los posesivos;
La adverbialización de adjetivos (¡Que te vaya bonito!);
El uso diminutivo de ciertos adverbios (ahorita);
La desaparición del pretérito perfecto compuesto a favor del pretérito perfecto simple o pretérito indefinido;
La ausencia, en general, de leísmos, laísmos y loísmos;
El uso diferente de algunas preposiciones y locuciones adverbiales (cada que por cada vez que: “Tome una aspirina cada que se sienta mal”).
Léxico-semánticos: pervivencia de arcaísmos que desaparecieron en España (calzón por braga);
La incorporación de términos provenientes de las lenguas precolombinas y de las africanas que llevaron los esclavos (cazabe, ají, yuca);
Vocablos diferentes a los españoles para un mismo significado (afuerino por forastero, abordar por subir a un medio de transporte, plata por dinero, carro por coche o taxi);
La marginación de ciertas palabras en textos cultos por haber adquirido allí nuevos significados peyorativos y resultar malsonantes (coger, concha);
La incorporación de anglicismos y galicismos (rentar por alquilar, clóset por armario empotrado), etc.
Para profundizar de forma más extensa y exhaustiva en las variedades del español, diatópicas o geográficas, tanto de España como del mundo, con sus diversas características, puede echarse un vistazo al siguiente archivo en PDF, mucho más completo, pero, probablemente, de mayor complejidad.