L. Gómez Torrego. Doctor en Filología Románica, profesor agregado y catedrático de instituto de enseñanza secundaria y científico titular del CSIC. Ha sido profesor en las universidades Autónoma y Complutense de Madrid y en la Universidad de Puerto Rico. Imparte cursos y másteres, entre otros, en la UIMP de Santander, en el Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid, en las universidades de Salamanca y Complutense de Madrid. Ha colaborado con la Real Academia Española en la elaboración de la Nueva gramática de la lengua española y en el Diccionario panhispánico de dudas. Académico correspondiente de la RAE.
He aquí una entrevista (en tres partes) de hace algún tiempo al reconocido filólogo y didáctico gramático Leonardo Gómez Torrego. 🙂
Quiero aprovechar esta entrada para dejar el magnífico discurso de ingreso en la Real Academia Española de uno de mis referentes en Lingüística, Salvador Gutiérrez Ordóñez, catedrático de Lingüística General de la Universidad de León, discípulo del ilustre lingüista y erudito Emilio Alarcos Llorach y una de las figuras indiscutibles de la corriente funcionalista. El sensacional discurso (2008) puede verse en vídeo o leerse por escrito. Llevó por título Del arte gramatical a la competencia comunicativa.
Los dos principios fundamentales de que parte el razonamiento de Gutiérrez Ordóñez para la definición y caracterización de la oración son: 1.- La oración es una unidad lingüística; por lo tanto, su caracterización ha de ser inmanente. 2.- La oración es una unidad sintáctica.
El número de definiciones de la oración a lo largo de la historia sobrepasa generosamente las tres centenas debido a una larguísima lista de replanteamientos a que ha dado lugar un tema tan arduo y complejo. Muchos son los problemas: No existe un único concepto “oración”, sino muchos; el término “oración” coexiste frecuentemente con otras designaciones (“frase”, “sentencia”, “enunciado”, “cláusula”, “proposición”, “colon”, “inciso”, etc.) que en unos casos se contemplan como sinónimos suyos y en otros, no; además no siempre se han aplicado los mismos criterios en su caracterización ya que estos pueden ser: semánticos, lógicos, psicológicos, formales, funcionales, etc.; y las diferentes definiciones de oración no siempre abarcan usos designativos idénticos, así, por ejemplo, para algunos autores secuencias como Gran actuación circense o ¡El trapero! son oraciones auténticas, mientras que otros les niegan esta propiedad. Leyendo el trabajo de Gutiérrez Ordóñez se podrá profundizar en ello. 😉